jueves, 14 de mayo de 2015

LA LEY DE RUANA

Colombia es un país que a diferencia de otros como Estados Unidos o Argentina padece lo que se denomina obesidad jurídica, esto en el entendido que existen muchas normas para cada tema, área, población etc., pero estas no tienen un cumplimiento efectivo, por lo tanto lo que hacen es pragmatizar la estructura y la organización de la nación en un papel muerto.
La constitución política colombiana en el momento de establecer las normas, utiliza un lenguaje un poco técnico, y este muchas veces es incomprensible para los ciudadanos, motivo por el cual gran parte de la población no la entiende o no la lee, y además de esto, no especifica la utilidad de cada precepto y su práctica real, Por ejemplo, se dice que Colombia es un estado democrático y participativo, sin embargo, esto no se evidencia en su totalidad, aquí cabe mencionar la conformación del Congreso, ya que en este existen cierto número de curules para las negritudes o los indígenas, entonces, la práctica de este artículo se contradice, porque no están abiertas las posibilidades participativas de igual manera a toda la población, así mismo se habla de democracia, pero, en su mínima definición, observándola desde el punto de ejercer el derecho al voto y no desde una perspectiva crítica, por otro lado el art. 2 menciona que un fin del estado es promover la prosperidad general, pero sigue presente la brecha entre ricos y pobres, y son pocas las posibilidades que ayudan a erradicar esta problemática social; lo que hoy se contempla es que los intereses están muy marcados y no hay una división justa de la riqueza.

Acatar la constitución en Colombia se volvió un idealismo, esto debido a que lo establecido allí poco se cumple. La violencia en nuestro país estremece, según cifras del Espectador, 48 colombianos son asesinados a diario, y para el castigo se debe recurrir al derecho penal, porque la constitución no estima el manejo que se debe realizar cuando un ciudadano lleva a cabo dichos comportamientos; por otra parte, en la constitución se dice salvaguardar la familia, pero no hay mecanismos idóneos que ayuden a contrarrestar la violencia intrafamiliar. En otro orden de cosas, el estado pretende proteger las riquezas culturales y la diversidad, pero no instrumentaliza ni humaniza a sus servidores de forma objetiva al ofrecer un servicio. Lo que se percibe en la constitución que rige a Colombia es que hay muchos vacíos en las normas, que probablemente si no existieran habría un buen manejo tanto por parte del estado como de los ciudadanos. Hoy, es necesario producir reformas a la normativa ya establecida, pero no generar más, o si no la ley seguirá siendo de ruana como hasta ahora.


Finalmente, cabe aclarar que la idea de una constitución es que esta sea la base sobre la cual deben pesar todos los comportamientos, derechos y deberes de los ciudadanos, y donde independientemente de todo, el estado debe ser garante de su efectividad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario