Colombia
es un país que a diferencia de otros como Estados Unidos o Argentina padece lo
que se denomina obesidad jurídica, esto en el entendido que existen muchas
normas para cada tema, área, población etc., pero estas no tienen un
cumplimiento efectivo, por lo tanto lo que hacen es pragmatizar la estructura y
la organización de la nación en un papel muerto.
La
constitución política colombiana en el momento de establecer las normas,
utiliza un lenguaje un poco técnico, y este muchas veces es incomprensible para
los ciudadanos, motivo por el cual gran parte de la población no la entiende o
no la lee, y además de esto, no especifica la utilidad de cada precepto y su práctica
real, Por ejemplo, se dice que Colombia es un estado democrático y
participativo, sin embargo, esto no se evidencia en su totalidad, aquí cabe
mencionar la conformación del Congreso, ya que en este existen cierto número de
curules para las negritudes o los indígenas, entonces, la práctica de este
artículo se contradice, porque no están abiertas las posibilidades
participativas de igual manera a toda la población, así mismo se habla de
democracia, pero, en su mínima definición, observándola desde el punto de
ejercer el derecho al voto y no desde una perspectiva crítica, por otro lado el
art. 2 menciona que un fin del estado es promover la prosperidad general, pero
sigue presente la brecha entre ricos y pobres, y son pocas las posibilidades
que ayudan a erradicar esta problemática social; lo que hoy se contempla es que
los intereses están muy marcados y no hay una división justa de la riqueza.
Acatar
la constitución en Colombia se volvió un idealismo, esto debido a que lo
establecido allí poco se cumple. La violencia en nuestro país estremece, según
cifras del Espectador, 48 colombianos son asesinados a diario, y para el
castigo se debe recurrir al derecho penal, porque la constitución no estima el
manejo que se debe realizar cuando un ciudadano lleva a cabo dichos
comportamientos; por otra parte, en la constitución se dice salvaguardar la
familia, pero no hay mecanismos idóneos que ayuden a contrarrestar la violencia
intrafamiliar. En otro orden de cosas, el estado pretende proteger las riquezas
culturales y la diversidad, pero no instrumentaliza ni humaniza a sus
servidores de forma objetiva al ofrecer un servicio. Lo que se percibe en la
constitución que rige a Colombia es que hay muchos vacíos en las normas, que
probablemente si no existieran habría un buen manejo tanto por parte del estado
como de los ciudadanos. Hoy, es necesario producir reformas a la normativa ya
establecida, pero no generar más, o si no la ley seguirá siendo de ruana como
hasta ahora.
Finalmente,
cabe aclarar que la idea de una constitución es que esta sea la base sobre la
cual deben pesar todos los comportamientos, derechos y deberes de los
ciudadanos, y donde independientemente de todo, el estado debe ser garante de
su efectividad.
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